martes, 8 de enero de 2013

El Santuranticuy y el Comercio Justo

Se ha hablado mucho sobre el Santuranticuy cusqueño, especialmente desde las perspectivas de la tradición y el sincretismo religioso. Creo que ello es muy justo, pues es una feria sumamente interesante, que combina tradición y religión; algo muy común en el Perú.

Creo que otra vertiente de análisis muy interesante es desde la perspectiva del Comercio Justo. Soy cachivachero por naturaleza, me encanta comprar artesanías pequeñas y económicas; nada lujosas. Me encanta decorar mi casa con pequeñas cerámicas tradicionales. Siempre he comprado en las ferias cusqueñas, en Pisaq y en cualquier otro sitio que he visitado. Sin embargo, nunca he encontrado los precios del Santuranticuy, donde uno se contacta directamente con el productor, sin ningún intermediario encareciendo el producto.

La premisa principal de la feria es que los expositores sean los propios productores, lo cual se cumple casi a rajatabla. Junto a los mas ranqueados artesanos de San Blas, se encuentran ceramistas de toda la región; así como tejedores y demás artesanos. La diversidad de la oferta es enorme, se puede encontrar de todo en la feria, desde cerámicos tradicionales hasta galletas holandesas y cakes americanos.

Pues muchos de los hippies que viven en Cusco aprovechan el Santuranticuy para recursearse, y venden sus artesanías y sus productos. También es posible observar a tradicionales familias cusqueñas que conservan algún arte ancestral, el cual muestran durante la feria.

 Hay algunos puristas que dicen que el Santuranticuy debería ser sólo para los artesanos de las provincias cusqueñas; yo creo que esta bien que sea amplio y cosmopolita. En una plaza tradicional, se puede encontrar artículos de muchas partes del mundo. Junto a un artesano de Tinta, una gringa vendiendo cakes o un hippie vendiendo billeteras hechas con paquetes de cigarrillos. Probablemente el Santuranticuy no sea todo lo ordenado que uno quisiera; pero, definitivamente, es una feria encantadora, donde hay que cuidar el bolsillo pues cada pequeña joya artesanal es una tentación para comprar.


No hay comentarios:

Publicar un comentario